Dentro de su acción preventiva, Unión de Mutuas pone en valor los beneficios de dejar de fumar y reducir el efecto de la pandemia.
En el Día Mundial si Tabaco, que se celebra el próximo 31 de mayo, Unión de Mutuas ha señalado los efectos perjudiciales que produce la nicotina y el humo del tabaco en las vías respiratorias, así como las consecuencias directas del tabaquismo en las personas fumadoras, quienes en caso de padecer el covid-19 tienen una peor evolución y un elevado riesgo de desarrollar los síntomas más graves y letales de esta enfermedad.
El médico especialista en Conductas Adictivas de Unión de Mutuas, Jorge Guerola, ha advertido que los fumadores son más sensibles y vulnerables al coronavirus-2, presentando un mayor riesgo de infección grave por este virus y una mayor mortalidad. “La Covid-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente los pulmones, y el tabaquismo deteriora la función pulmonar y perjudica el sistema inmunitario, lo que dificulta que el cuerpo luche contra ésta y otras enfermedades”.
Al tener una capacidad pulmonar más reducida, los pacientes fumadores, cuando se infectan, desencadenan problemas de salud más graves, aumentando el riesgo de insuficiencia respiratoria con la neumonía por COVID, “multiplicándose las probabilidades de ingreso en UCI y de necesitar ventilación mecánica”.
Además, el médico especialista ha insistido en que el consumo de tabaco es también un factor de riesgo importante de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, y las personas que las padecen tienen, también, un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves en caso de verse afectadas por la COVID-19.
Dejar de fumar durante la pandemia
Dentro de la labor preventiva de Unión de Mutuas y su compromiso con la reducción de la pandemia, el Dr. Guerola ha puesto en valor los beneficios de dejar de fumar, constatables a través del Programa de Deshabituación Tabáquica de Unión de Mutuas “Aún fumas?” con más de 20 años de experiencia que integra los tratamientos psicoterápicos y farmacológicos más eficaces y actuales adaptados a cada fumador.
Entre los beneficios, Guerola ha destacado que desde el primer día de dejar de fumar se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardíaca elevadas. El nivel de monóxido de carbono que en un fumador medio envenena el torrente sanguíneo con valores superiores al 2’4%, y que es responsable de los problemas vasculares, se reduce a niveles inferiores a 0’4–0’6% tras la primera semana sin fumar. Entre el cuarto y séptimo día mejoran los sentidos del olfato y el gusto. A partir de las dos semanas, mejoran la circulación y la función pulmonar. Y a partir del primer mes y hasta los nueve meses siguientes se reducen la tos y la disnea.
Además, “la mayoría de nuestros pacientes, el 73%, superan el segundo mes sin fumar, y reconocen que les ha supuesto menos esfuerzo del que pensaban”, ha concluido el especialista.