El jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía de Unión de Mutuas, el Dr. Eduardo Sánchez Alepuz, junto con el Dr. Rafael Calero, han participado en la IV Jornada sobre fracturas osteoporóticas y de alta energía en los miembros inferiores, celebrada hoy en Valencia. El 85% de las lesiones traumáticas de tobillo son por impacto, aplastamiento o cizallamiento. Las lesiones de tobillo son muy frecuentes en el ámbito laboral debido a movimientos repetitivos, cargas forzadas, colisiones, resbalones y caídas.
El encuentro ha reunido a un centenar de especialistas cirujanos y traumatólogos procedentes de los distintos centros hospitalarios de la Comunitat Valenciana, como el Politécnico la FE de Valencia, el General de Castellón, o los hospitales de Vinaròs, Xàtiva, Denia, Sagunto, Manises, Requena, Gandia, Llíria, Alcoy y Alicante, entre otros.
La jornada ha estado centrada en los avances y novedades en el tratamiento de las fracturas de tobillo, la actuación multidisciplinar, el uso de injertos óseos y el tratamiento de las secuelas.
En su intervención, el Dr. Sánchez Alepuz y el Dr. Calero han abordado el tratamiento artroscópico de las fracturas de la articulación del tobillo que comprometen al hueso y al cartílago, también llamadas lesiones osteocondrales.
Sánchez Alepuz ha explicado que el 85% de estas lesiones osteocondrales son consecuencia de un golpe traumático en la articulación del tobillo, aunque también pueden ser el resultado de traumatismos repetidos. La lesión puede ocurrir por impacto, aplastamiento o cizallamiento.
En este sentido, ha enumerado las ventajas de la cirugía artroscópica para el tratamiento de la lesión osteocondral, entre las que ha destacado la restauración de la forma normal y la superficie de desplazamiento del hueso, restableciendo así los mecanismos normales y la fuerza en la articulación.
Ademas, ha añadido, la cirugía artroscópica de este tipo de lesión “nos permite obtener resultados excelentes en más del 75% de los casos”ya que “detecta lesiones asociadas a las fracturas de tobillo que a veces pasan desapercibidas sin la artroscopia, y además “se reduce el dolor postoperatorio y se limita el riesgo de desarrollar artritis”.
